EL MUNDO EMOCIONAL EN LA DISLEXIA

La dislexia a menudo se asocia con la pereza, la ansiedad, la baja autoestima e incluso problemas de conducta. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se trata de características inherentes a la dislexia, sino respuestas no adapativas ante demandas que no pueden ser satisfechas.

BIENESTAR

5/27/20252 min read

Dislexia y emociones
Dislexia y emociones

Cuando una madre se queja de que su hijo adolescente es "muy perezoso", es importante prestar atención. En muchos casos, esto puede ser una manifestación de la dislexia mostrando “una de sus caras”.

La dislexia a menudo se asocia con la pereza, la ansiedad, la baja autoestima e incluso problemas de conducta. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se trata de características inherentes a la dislexia, sino respuestas no adaptativas ante demandas que no pueden ser satisfechas.

En el caso de adultos, esto puede ser parte de su historial escolar, formando recuerdos desagradables de esa etapa de sus vidas. Muchos han internalizado etiquetas que ahora forman parte de su identidad: "soy distraído", "no soy muy inteligente", "no sirvo para estudiar", "soy un desastre" o la peor de todas, "soy un fracasado".

Retrocedamos en el tiempo y miremos a cualquier niño en esta situación: el fracaso constante en la escuela genera inseguridad, ansiedad y una baja autoconfianza. Los profesores aumentan las exigencias sin muchas expectativas de éxito. Los padres comienzan a preocuparse y aumentar la presión. El niño puede intentar esforzarse más, pero ve que sus esfuerzos no producen los resultados esperados, lo que lleva a una creciente frustración. Esto genera más ansiedad e inseguridad, lo cual afecta negativamente su desempeño académico. Así se crea un ciclo interminable que se retroalimenta y cronifica la situación.

Es posible que muchos de ustedes se identifiquen con esta historia. La idea es que puedan verla ahora desde una perspectiva externa y entender cómo se han desarrollado las cosas. No buscamos culpar a nadie, sino más bien tratar de ver la historia desde una nueva óptica.

En este blog vamos a abordar las respuestas emocionales que surgieron en el pasado y explorar cómo podemos transformarlas en respuestas funcionales. Las mencionaremos y explicaremos, dándoles nombre a algunas de estas experiencias. Luego, dedicaremos un post a cada una de ellas.

Respuestas emocionales:

· Ansiedad aguda y ansiedad crónica: asociadas especialmente a situaciones académicas o profesionales exigentes, relacionadas o no con habilidades de lectura y escritura.

· Baja autoestima y autoconcepto: expresados en el abandono de estudios u oportunidades laborales que impliquen mayor responsabilidad, así como crisis frente a cambios repentinos que alteren una situación en la que ya se tenía "control".

· Baja motivación o motivación extrínseca: desánimo y falta de interés ante retos que puedan percibirse como amenazantes, especialmente si están relacionados con las habilidades de lectura y escritura.

· Sentimiento de aislamiento: persistente sensación de no ser comprendido, de ser diferente y con dificultades para encontrar y gestionar el apoyo de los demás.

· Negación/evitación: la actitud de "todo está bien". Negar las dificultades, evitar hablar de ellas y sobrestimar las propias capacidades.

Manteniéndonos alejados de las generalizaciones, cada persona puede manifestar algunas o todas estas características, o incluso ninguna. Esto dependerá de su personalidad, sus experiencias de vida y también de cómo se ha hablado a sí misma a lo largo de su vida.

Al comenzar cualquier proceso de intervención en la dislexia, es importante abordar este mundo emocional y darle un lugar destacado para poder redefinir nuestra identidad en conjunto con el reentrenamiento de habilidades cognitivas que subyacen a la competencia académica y profesional.